TEXTOS EPISTOLARES - Última entrega...

Siguiendo con los textos epistolares que los alumnos de 5º escribieron haciendo uso de las características del Movimiento Romántico, aquí les presento la carta que escribió Victoria Castillo.
En esta carta, la autora usó como recursos del Romanticismo:

• lo sobrenatural: en los presagios.
• la naturaleza como reflejo de los sentimientos.
• el misterio.

Mendoza, 13 de Agosto de 200...

Micaela:

Volver a escribirte es una emoción inmensa si la comparo con los hechos sucedidos en los meses pasados.

Más que nadie, tal vez más que yo, conocía loq ue añoraba para mi futuro; entre lo que yo más deseaba estaba la esperanza de hallar al hombre que me hiciera felíz y que comprendiera mi naturaleza. Lo creía un sueño cumplido. Diré que era la unión de cualidades destacables que siempre esperé. Te preguntarás porqué lo creía, y no lo creo aún.

Todo parecía perfecto. Desde el comienzo, la primer noche en que los ojos de ambs, azules los de él, café los míos, se cruzaron en una charla del grupo en que compartíamos un amigo. En el medio del torbellino de ruidos que impedían conversar, nos alejamos a un bar, más tranquilo el lugar Aunque una descripción no revive el momento, te diré que en plena madrugada y como si el cielo se abrira ante nosotros, ese mismo cielo se ennegreció y a pesar de su luto, era iluminado por la luna. Lo increíble es que por ese instante, las luces artificiales parecían desaparecer. Un café, el clima o la facultad eran la excusa válida para el encuentro.

Durante un año, más o menos, nos mantuvimos así. Llegué a conocer bastante de él, su historia. Para el 14 de febrero, él me propuso comenzar una relación afectiva más comprometida. Y acepté. Todo marchó sobre ruedas durante tres años.

Por lo que podés ver, es muy romántico. Para mi cumpleaños me regaló, entre otras cosas, un hermosísimo ramo de rosas rojas. Fuimos a cenar y luego, a un lugar fantástico, con una vista preciosa. Sin querer nos quedamos dormidos, y el aire cálido del amanecer fue el encargado de despertarnos. Mi alma no era más que paz y felicidad, estaba convencida de que él era para mí.

Lo cierto es que, hace unos dos meses atrás... tuve el desagrado de enterarme de algo. Pensé que jamás habría un lado oscuro en la calidez de esa persona.

Truenos, rayos, incluso lluvia azotaron la ciudad. La paz de un jueves por la tarde llegó al ocaso cuando...¿Cómo te digo? Estaba en su casa con su madre cuando me mostró su habitación. Se tuvo que ire y quedé sola. Lo que me pasó fue algo que tal vez no hubiera sucedido si no hubiese llegado a alcanzar una pequeña caja azul y roja. Allí encontré fotos, cartas y recortes de diario. En ellas ví su rostro, una y otra vez. Era casi imposible de razonar. Comencé a leer uno de los recortes y en esos momentos la ternura y lo romántico de aquel ángel caído del cielo, se derrimbó. Su pasado estaba teñido de un tono muy oscuro. Más bien, su adolescencia.

Es terrible, no quiero abrumarte con todo esto, pero en algún momento voy a contarte. Necesito hablar de ello con alguien, pues a pesar de que el tiempo ha pasado, hay heridas que aún no cierran y sé que vos, al escucharme vas a aliviar el dolor y la soledad que llevo conmigo.

Espero encontrarte pronto.

Con afecto y amistad,

Victoria.

P.D: No te aflijas demasiado... Espero que mi madre te dé mi dirección para que vengas a verme.