jueves, 4 de septiembre de 2008

TEXTOS EPISTOLARES DEL ROMANTICISMO III

Otro de los textos que vamos a publicar en esta oportunidad, es de Soledad Muñoz. En su caso, la consigna fue:
  • Una carta contándole a una amiga que ha conocido al hombre de sus sueños.

San Agustín, 8 de agosto de 2008.

Querida Elena:

Hola amiga ¿Cómo estás? Espero que te encuentres bien, la última vez que te ví tenías un pequeño problema de salud; pero por trabajo tuve que regresar a San Agustín. En cuanto se me presente una oportunidad voy a ir a verte. Te extraño mucho y anhelo volver a verte.

Te cuento que he encontrado al hombre de mi vida, jamás pensé que llegaría este momento, me siento muy felíz. Nos conocimos en una reunión familiar que se realizó en mi casa para celebrar el cumpleaños de mamá, él es hijo de un amigo de la familia. Se llama Julián Espronceda. Por ahora está viajando. Dentro de dos semanas nos volveremos a ver para oficializar nuestro compromiso.

Mis ojos desean volver a verlo como en las noches silenciosas y serenas. Estas dos semanas se me hacen eternas, tengo un resfriado y no puedo salir de casa ahora. Por la noche me pongo a disfrutar del amanecer ya que no puedo salir de la cama. De día acaricio la idea de alegrarme en el resplandor de la luna y cuando llega la noche nuevamente, permanezco en mi alcoba.

Sé que se aproxima mi felicidad. Me gustaría que me acompañes en el momento de mo compromiso, sería para mí muy importante tu presencia.

Cuando conversábamos en la reunión, Julián me dijo palabras muy lindas: " sueño con horas enteras de felicidad pura a tu lado." Mi corazón se llenó de alegría y muchos sueños para nuestro futuro.

Me gustaría que me cuentes cómo estás y cuándo voy a poder volver a gozar de tu compañía.

Con mucho afecto, tu amiga,

Soledad.

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